"Sólo hacen falta dos cosas para escribir: tener algo que decir, y decirlo." Oscar Wilde

viernes, 14 de noviembre de 2014

New York, Nueva York...

Nueva York Ciudad de los rascacielos,
Capital del Mundo,
Gran Manzana,
Urbe de hierro y hormigón,
Lugar de encuentro de poetas...

Todo lo tienes:
lo viejo y lo nuevo,
lo alto y lo bajo,
lo rico y lo pobre,
lo dichoso y lo aciago...

A ti llegué con el miedo florecido,
con el entusiasmo como sino,
con la esperanza como anhelo,
con el don de la oportunidad como sello...

Por tus calles transité semidesnudo:
vestido de ropas,
desnudo de prejuicios.

En tus calles empequeñecí,
a la sombra de tus moles verticales.

En tus edificios me elevé,
al asomarme en sus azoteas.

En tus esquinas me perdí,
y entre tus gentes me encontré de nuevo.

Tú me sonreíste,
tú me acogiste,
tú me protegiste,
tu buena estrella me alumbró.

Con miedo llegué,
con nostalgia regresé...
¿Por qué?
Porque tú me hiciste crecer.

Aimar Rollán

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